“Hoy ocurrió un trágico acto de violencia en una capilla de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc, Michigan. Durante los servicios de adoración dominical, un hombre armado abrió fuego y los primeros reportes indican que varias personas resultaron heridas. Solicitamos cooperar con las autoridades locales conforme se den a conocer más detalles.
La Iglesia está en comunicación con las autoridades locales mientras continúa la investigación y conforme recibimos actualizaciones sobre la condición de los afectados. Expresamos nuestro agradecimiento a los equipos de emergencia que están asistiendo a las víctimas y a sus familias.
Estamos profundamente agradecidos por las oraciones y muestras de preocupación de tantas personas alrededor del mundo. En momentos de dolor e incertidumbre, hallamos fortaleza y consuelo en nuestra fe en Jesucristo. Los lugares de adoración deben ser santuarios de paz, oración y comunión. Oramos por la paz y la sanación de todos los involucrados.”
*Para los medios de comunicación: Esta declaración puede atribuirse a Doug Andersen, vocero de la Iglesia.
